"No digas de ningún sentimiento que es pequeño o indigno. No vivimos de otra cosa que de nuestros pobres, hermosos y magníficos sentimientos, y cada uno de ellos contra el que cometemos una injusticia es una estrella que apagamos."

Hermann Hesse

Fotografía: Marta Linares


Es normal que se confundan, que se distraiga e incluso que no se llegue a entender. Es normal que las mentes más perversas intenten comparaciones odiosas y casi inimaginables (: bienaventurados los ignorantes). Es normal el daltonismo, la palabrería e incluso el desplante… Es normal la ceguera. Es normal que desde la televisión, o desde el plasma del bar todo quede con un aire onírico, desenfocado, casi irreal… Como un sueño mal recordado. Pero que poco a poco se irá haciendo cada vez más tangible, más real. Conforme te acercas al campo, al inconcluso templo de bendiciones verdiblancas, todo parece ir más deprisa. Como en un galope sostenido, que aporta ese extra que otros grandísimos equipos del mundo ya quisieran, si quiera rozar. Una afición como pocas en el mundo, una fé irremediable y anclada en el centro del pecho justo, traspasando el corazón… llegando a ese finísimo velo que guarda el alma... 11 gramos de alma guerrera, de lucha incesante, de descaro y desparpajo andaluz universal...

Hay algo más grande en el mundo que nacer bético??

Chesco Reyes

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Saludos en verdiblanco

domingo, 22 de diciembre de 2013

Betis 0 - 1 Almería



PESADILLA ANTES DE NAVIDAD


Si el Betis todavía está a tiempo de redactar la carta a los Reyes Magos, debería tomarse su tiempo, pensar bien en sus necesidades y recordar a sus Majestades que hubo épocas del año en las que fueron muy buenos, algo totalmente distinto a lo que sucede por las últimas fechas. Tras caer derrotados por la mínima ante el Almería, los verdiblancos tendrán que poner con negritas y bien subrayados, los puntos que pasan de largo en el Benito Villamarín.
La última cita del año estaba marcada en el calendario. Un rival de la misma zona de la tabla, la afición llenando las gradas y la ilusión por bandera marcaba una previa que terminó en drama. Sólo cuatro minutos después, Paulao desvió el chut de Azeez desde fuera del área y una vez transcurridos los noventa, aparecieron los lloros sobre el césped del estadio bético. Salva Sevilla y Juan Carlos, entre otros, mostraron lo que ahora mismo es el Betis, impotencia y desesperación en todos los estamentos del club.
Testigo de tanta preocupación fue el Almería. Con él no iban los problemas y sólo había motivos para la alegría una vez instalado fuera de los puestos de descenso de forma provisional. Por delante en el marcador, Esteban se encargó de cerrar su portería, sus compañeros de la defensa en aflorar los problemas goleadores del Betis y el resto de jugadores de frenar, en la medida de lo posible, las llegadas locales que se encadenaron durante más de ochenta minutos.
En el plano deportivo, lo cierto es que los hombres de Garrido no tuvieron una mala actuación. Juan Carlos, quien mandó un disparo al larguero, y Vadillo abrieron el campo, Matilla puso balones envenenados a balón a parado y Rubén Castro trató de rematar de todas las posiciones y situaciones. El canario no estuvo acertado, como tampoco lo estuvo un Jorge Molina que probablemente, tendrá pesadillas con Esteban durante estas navidades.
A estas alturas, el Almería vivía de las rentas que le daba el afortunado gol y de la intensa defensa, algo que pudo flaquear en cualquier momento ante la falta de posesión en el bando visitante. Francisco jugó con fuego demasiado tiempo, tardó en realizar los cambios para dar aire a los suyos y a pesar del flaco favor que le hizo Óscar Díaz al mandar un balón a las nubres cuando sólo tenía que empujar el cuero para marcar, terminó con tres puntos más en el bolsillo.
Garrido también movió el banco. Salva Sevilla, Juanfran y Nono saltaron al césped desde la banda, pero no evitaron que se agravera una crisis que empieza a tener difícil solución. Quizá, Garrido, más allá de cambiar tácticas o jugadores, deberá empezar por arreglar las cabezas de los suyos. No estaría mal que tomara nota de lo conseguido por Franciso en Almería...
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jueves, 19 de diciembre de 2013

REAL BETIS 2 - 2 LERIDA UNIÓN DEPORTIVA



EL BETIS PASA A OCTAVOS SIN CONFIANZA Y AL BORDE DE LA ELIMINACIÓN


El Real Betis y el Lérida han empatado a dos goles en el partido de vuelta de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey. El Betis encarriló pronto el partido con dos goles pero el equipo de Seligrat logró empatar a dos, quedándose a un gol de lograr la machada y eliminar al Betis de Garrido. No muestra signos de mejoría el Betis, ni ningún tipo de confianza para la final del sábado ante el Almería.

No tiene un partido tranquilo el Real Betis. No es capaz de dominar con tranquilidad ni ante un Segunda B, con todos nuestros respetos, como es el Lérida. Pero, en un partido, que como en el de la ida en el Camp d'Esports que debió servir para que muchos jugadores se reivindicaran, precisamente ante un nuevo entrenador, el de vuelta ha tenido con incertidumbre a muchos seguidores béticos. El equipo de Juan Carlos Garrido se adelantó pronto y pareció dejar muy encarrilada la eliminatoria a los diez minutos, tras los dos goles de Paulao, a la salida de un córner, y de Amaya, con un espectacular zurdazo desde la frontal del área.

Es cierto que luego, en las botas de Juanfran y Salva Sevilla tuvo oportunidad de ampliar la cuenta, con una bonita vaselina que se quedó sin fuerza y un balón al palo respectivamente, pero ahí se quedó el Betis. Garrido quitó del campo a Amaya con problemas físicos y dio entrada a Dídac y el resto del equipo pareció relajarse. En esa relajación, el Lérida empezó a enlazar alguna buena jugada, eso sí, sin peligro sobre la portería defendida por Sara, pero el portero del Betis se convirtió en protagonista del gol que los visitantes marcaron antes del descanso. En el minuto 38, una falta lateral botada por el centrocampista Monforte, no fue rematada por ningún compañero ni despejada por ningún jugador del Betis y, en el efecto, Sara no pudo ni atajar ni despejar y el balón se coló en la portería bética. El gol llevó el enfado a los más de diez mil espectadores que se dieron cita en las gradas del Benito Villamarín y despidieron con pitos a los jugadores del Real Betis cuando se marchaban hacia los vestuarios al término del primer tiempo.

La segunda parte no pudo empezar peor y el Lérida le puso aún más incertidumbre al pleito, convirtiendo en un drama los más de 35 minutos restantes para el final del partido. En el 9 de la reanudación, Mata recogió un balón suelto de un barullo en el pico del área grande defendida por Sara y definió colocándo un zapatazo medido al palo largo, donde nada pudo hacer el portero bético. Garrido introdujo en el campo a Lolo Reyes en detrimento de Juanfran, dejando a Verdú escorado a la derecha, para tener algo más de controlado el centro del campo. El Lérida le dejó todo el balón y prácticamente todo el campo al Betis, al que esperó en la zona de tres cuartos de su campo para intentar salir a la contra y buscarle los espacios al Betis.

Pasaron muchos minutos en los que no pasó nada, el Betis pareció controlar la situación y como último recambio, Garrido introdujo a Vadillo en lugar de Verdú. El catalán se llevó una sonora pitada por los aficionados béticos, que ven como, partido tras partido, el jugador que venía como fichaje estrella para la presente temporada, no demuestra el porqué de su llegada. El partido entró en una fase fea, con alguna entrada dura provocada porque el Betis no echó un balón fuera del campo para que se atendiera a un jugador del Lérida. En los últimos minutos, hubo tiempo para que la grada, de forma unitaria pidiera, como ya hizo ante el Rijeka la dimisión del director deportivo Vlada Stosic y también, pero en poco menor medida, la marcha de los actuales miembros del consejo de administración.

El Betis de Juan Carlos Garrido no termina de solventar las dudas deportivas que lo asolan. Ha conseguido pasar a los octavos de final de la Copa del Rey, donde jugará a partir de enero, ante el Celta o el Athletic, que dirimen su eliminatoria mañana en San Mamés. Pero este Betis no genera ninguna confianza de cara al sábado ante el Almería, partido vital, como dijera Garrido en la previa ante el Lérida.

lunes, 16 de diciembre de 2013

R. SOCIEDAD 5 - 1 BETIS


EL BETIS VA DE AGONÍA EN AGONÍA



Otra goleada escandalosa encajada por un equipo roto y que está condenado a bajar a Segunda división si la cosa no gira de manera radical en las próximas semanas. Lo del Betis va camino de convertirse en una auténtica agonía. Otra vez y van unas cuantas, el equipo verdiblanco se encontraba, mediada la segunda parte, pidiendo clemencia para que el rival de turno, en este caso laReal Sociedad, no le quitara la dignidad a base de goles. El equipo de Juan Carlos Garrido tuvo presencia en el primer tiempo cuando generó peligro y tuvo ocasiones. En cuanto la Real Sociedad pisó el acelerador en el arranque de la segunda, las esperanzas de sacar algo positivo se evaporaron. 
Una lectura defensiva horrible, con Chica perdido en el centro del campo y Amaya fuera de sitito, puso el partido cuesta arriba nada más empezar. Agirretxe superó al portero bético, Andersen, que segundos antes había despejado un disparo peligroso de Vela. La Real decidió dar un paso atrás y conceder la posesión de balón al Betis. Es más, los donostiarras apenas presionaban y los de Garrido podían jugar con cierta comodidad cerca del área de Bravo. El partido se ponía de cara para que gente como Vadilllo, con espacio y el balón por delante, pudiera hacer daño a la defensa rival. El canterano ofreció un gran pase aMolina que no falló. Instantes después, el autor del gol bético mandaba desde la frontal del área un buen disparo que se estrelló en el palo. El encuentro se había convertido en un intercambio de golpes que, en teoría, no favorecía los intereses verdiblancos.
Pero el equipo de Garrido se mantenía en pie, a pesar de que una de sus referencias, Rubén Castro, se limitaba a vagar por el campo. Fuera de forma y sin la chispa necesaria para competir al máximo nivel, muchos esperaban que a la hora de partido, Garrido lo quitara del terreno de juego para dar entrada a un rápido como Juanfran para hacer daño en ataque. Pero la decisión del técnico resultó ser otra, metiendo al extremo en lugar de Nono. 
La aparentemente fortalecida moral de los verdiblancos se vino abajo en menos de un cuarto de hora, el tiempo que tardaron los locales en anotar tres goles. Bien es cierto que Molina mandó otro pelotazo al larguero que puso estrechar el marcador, pero se notaba a leguas que en el momento en el que el cuadro de Arrasate apretara de verdad, los puntos se quedarían en Anoeta. El bofetón recibido, no por conocido, duele menos. Las semanas y los partidos pasan y las balas se van agotando. El sonrojo es tremendo. Sería duro ver arrastrarse al equipo por los campos de la Primera división con el billete del descenso en el bolsillo. 
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viernes, 13 de diciembre de 2013

EUROBETIS 0 - 0 NK RIJEKA


GARRIDO NO MEJORA AL BETIS


El Betis se clasificó para los dieciseisavos de la Europa League con una triste imagen ante el Rijeka. El debut de Juan Carlos Garrido en el Villamarín no dejó buenas sensaciones en un público que acabó abroncando a sus jugadores.
Mucho trabajo tiene por delante Garrido para revertir la situación de los verdiblancos. El Betis es ahora mismo un enfermo que no presenta síntomas de mejoría. La cita del Rijeka no era un encuentro de vital importancia, porque los béticos estaban clasificados. Donde se la juega de verdad es en la Liga, pero sí era una buena oportunidad para volver a enganchar a su aficionado. El empate deja más preocupados a sus seguidores que se temen lo peor después de partidos como este.
Algo se puede rescatar para que los béticos sean optimistas de cara al futuro. El Betis ofreció unos primeros minutos con intensidad, presión y llegada al área. Lolo Reyes fue el dueño en el centro del campo, barriendo todo los balones que pasaron por su zona. Juanfran Juan Carlos se multiplicaron con un amplio repertorio de regates, centros y disparos lejanos. Sólo falto puntería.
Sin embargo, el paso de los minutos dejó las lagunas que han llevado al Betis a esta preocupante situación. La defensa se mostró insegura lo que animó a un Rijeka que venía de paseo a Sevilla al estar eliminado y vio una inmejorable ocasión para conseguir una victoria de prestigio. Krstanovic y Benko rondaron el gol en unas acciones que provocaron el abucheo de la grada en el tiempo de descanso.
Un Betis de mal en peor
La segunda parte no sirvió para que el Betis diese una pequeña alegría a su deprimida afición. Los verdiblancos se volvieron apáticos y menos intensos ante un rival que volvió a crear peligro. Y es que la defensa del Betis concedió demasiado y Sara tampoco dio muestras de seguridad.
Rubén Castro y Verdú entraron en el campo pero no sirvió de nada. El Betis tuvo su mejor ocasión en un remate de Chuli solo contra el portero que mandó muy desviado. La Europa League no vuelve hasta febrero. Habrá que ver cómo la afronta un equipo verdiblanco de Juan Carlos Garrido que tiene su primer choque importante el domingo en Anoeta.
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martes, 10 de diciembre de 2013

Cómo no te voy a querer



Cómo no te voy a querer, cómo no te voy a querer
sí disfruto más contigo que con mi mujer



viernes, 6 de diciembre de 2013

LERIDA UNIÓN DEPORTIVA 1 - 2 REAL BETIS



GARRIDO EMPIEZA CON VICTORIA AUNQUE TIENE TRABAJO POR DELANTE






El nuevo Betis de Juan Carlos Garrido ha comenzado su andadura con un triunfo. Lo ha logrado en Lérida, donde el cuadro verdiblanco debutaba en los 1/16 de final de la Copa del Rey y ha vencido por un gol a dos, con tantos de Joan Verdú, de penalti, y Jorge Molina en la primera mitad. En la segunda, Pere Milla, en una acción muy discutida, acortó distancias pero el esfuerzo con un jugador menos del equipo ilerdense no sirvió para que al menos lograra el empate. No se han podido sacar muchas conclusiones, pero el equipo bético ha tocado y ha creado juego y en la mayoría del encuentro, salvo nervios en algunos instantes de la segunda mitad, ha mantenido seriedad en defensa, algunas de las cosas que quería en este inicio de etapa el técnico valenciano.

En la primera parte, los pupilos de Juan Carlos Garrido dominaron el choque con el control del balón, mucha calma y fluidez de conducción, sobre todo en el último pase, en el que Verdú se convirtió en protagonista. Había ganas de ver al nuevo Betis del técnico valenciano, aunque quizás no era partido para sacar muchas conclusiones, aunque bien es cierto que algunas cosas diferentes sí pudieron comprobarse sobre el césped del Camp d'Esports. Aunque todo se puso de cara en el minuto 5. Verdú puso un magistral pase a la espalda de la defensa sobre el desmarque de Jorge Molina, el alicantino controló y se dispuso a quebrar al meta Pau Torres para ponerse de gol, pero el el delantero tocó primero el balón y fue arrollado por el jugador rival. Delgado Ferreiro decretó penalti y tarjeta roja para el portero. Pero Jorge Molina volvió a fallar la pena máxima; su disparo lo detuvo el meta suplente Perales.

El Betis, pese a que la salida del Lérida fue muy buena presionando fuerte arriba la salida del balón del conjunto verdiblanco, fue dominando el partido, sobre todo con la superioridad numérica en el terreno de juego. Tuvo el control de la posesión del balón y no pasó apuros atrás. Nono volvió a demostrar que se encuentra en un buen momento de forma y el cuadro de Garrido era el único que creaba peligro sobre el área rival. En el minuto 26 -tenía que ser ese minuto y en Lérida-, el colegiado pitó un nuevo penalti, esta vez a través de uno de sus asistentes, por manos de Barreda dentro del área cuando fue a despejar una acción de Molina. Ahora cambió el lanzador y fue Verdú el que a lo Panenka batió a Perales, aunque el meta local estuvo a punto de detener el tiro. El Betis siguió yendo arriba, abriendo el juego a las bandas con un buen Juan Carlos y un centro suyo, a falta de dos minutos para que se llegara al descanso, provocó un error en cadena de la defensa y el portero local y dejaron el balón suelto en el área, donde lo recogió Molina y ahora sí anotó su gol. Segundo para el Betis y tranquilidad al descanso en un primer tiempo muy tenso.

En el segundo tiempo el panorama cambió y, aunque el Betis siguió dominando, el tedio y el aburrimiento se apoderó del encuentro, dado que el equipo verdiblanco se lo tomó con muchísima calma. En las mínimas llegadas del Lérida aparecieron algunos nervios que se tradujeron en errores defensivos, pero el mayor error lo cometió el asistente de Delgado Ferreiro que pitó la mano en la primera parte. A los doce minutos de la reanudación, en una falta lateral botada sobre la meta de Andersen, la defensa bética hizo bien la línea y dejó a varios jugadores en fuera de juego. Uno de ellos, el capitán local Biel Medina tocó el balón sobre el punto de penalti, Andersen, creyendo que el colegiado iba a pitar el claro fuera de juego hizo la estatua y el balón le llegó sobre la línea a Pere Milla, que solo tuvo que empujar el balón al interior de la portería. Los jugadores béticos protestaron la situación antirreglamentaria, pero el colegiado dio validez al gol.

A partir de ahí, el Betis continuó tocando y tocando desde el centro del campo y la defensa hacia la delantera. Intentó hacer más daño al cuadro local pero no lo consiguió y por momentos pareció que, posiblemente fruto del cansancio acumulado, se dejó llevar por el paso de los minutos y con el resultado de 1 a 2 finalizó el encuentro. El conjunto verdiblanco encarrila así su primera eliminatoria de Copa del Rey de la temporada 13-14 en la que participa y el debut de Juan Carlos Garrido acaba con final feliz con el triunfo, pero no deja tan buenas sensaciones y el técnico valenciano deberá seguir trabajando bastante.

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domingo, 1 de diciembre de 2013

BETIS 2 - 2 RAYO VALLECANO



AL BETIS TODO SON PULGAS





El Betis vio agudizada su crisis en un partido en el que hizo mucho por ganar, pero se vio penalizado por dos errores que le costaron dos puntos. Por dos veces se adelantaron los de Pepe Mel en el marcador, pero otras tantas -la última de ellas en el descuento- neutralizó sus ventajas el Rayo por mediación de Alberto Bueno. Al final, reparto de puntos que no da aire a ninguno de los dos, pero que deja al Betis al borde de la asfixia.
El estado de ansiedad ha hecho presa en el Betis, desacostumbrado a verse en la parte baja de la clasificación. Tanto, que hasta sus hombres más fiables cometen errores de bulto. Ante el Rayo, entre otros, Rubén Castro, que tuvo dos ocasiones para hacer el 3-1 con el Rayo lanzado al ataque tras el gol de Verdú, que parecía suficiente para dejar los tres puntos en el Vaillamarín.
Los mereció más el Betis, que en el primer tiempo se aferró a un extraordinario proyecto de futbolista. Álvaro Vadillo fue su MVP. Encaró, dribló, centró. Se atrevió, a sus 19 años, a cosas que otros más veteranos ni intentaron. Fue una pesadilla por la banda derecha para el Rayo, que le castigó con dureza. El gol de Amaya fue el justo premio al gran partido de Vadillo y, en general, a la superioridad del Betis ante un Rayo en el que apenas Lass dejó algún detalle fuera de catálogo.
Pero el meollo del partido estuvo en el segundo tiempo. Todo lo que pudo salir mal para el Betis lo hizo. Como el cabezazo de Rubén Castro al larguero (a centro de Vadillo) que precedió en apenas 30 segundos al gol del empate rayista. Lo fabricaron entre Jonathan Viera (mucho más activo en la segunda mitad por banda izquierda) y las manos blandas de Sara, que dejó un balón muerto en los pies de Bueno. El ex del Madrid fue el inopinado protagonista del partido. Paco Jémez le dio entrada en el campo a los veinte minutos por Iago Falqué, en lo que pareció un castigo en toda regla para el ex de Barça y Juve. Bueno justificó la arriesgada apuesta de su técnico.
El 1-1 dio paso a un amplio tramo de color rayista. Los visitantes se hicieron con el mando del centro del campo y se abrieron bien a través de Viera y Lass. Cierto es que Larrivey no dio filo a sus llegadas, pero por momentos el partido pareció más cerca de Vallecas que de Sevilla. Todo cambió con el error de Cobeño, que salió de forma extemporánea a un balón largo que buscaba a Rubén Castro. Verdú, que empezó como suplente, cazó el rechace y lo envió de zurda con sutileza a la puerta vacía. Quedaban menos de diez minutos y el Villamarín, que había temblado durante más de media hora, se tornó en fiesta.
Llegaron entonces los dos errores de Rubén Castro, en especial en el remate a bocajarro en el que Cobeño se redimió de su error en el 2-2. Pero el canario no fue el último en fallar. Jordi Figueras midió mal un balón largo a su espalda, tras la que se escondía Bueno. El rayista no hizo ascos al regalo, y volvió a poner de uñas al Villamarín. Y de los nervios a un equipo que hizo mucho para ganar, pero también varios pecados capitales que le impidieron lograrlo.
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