0 - 0 Aunque sumó su séptimo partido sin concer la victoria, el Betis tomó algo de aire a costa de un Málaga que mostró su peor versión sobre el césped del Benito Villamarín. Los verdiblancos dominaron algo más el partido pero finalmente, estuvieron como su rival, sin ideas en los últimos metros y muy fallones en las pocas ocasiones de gol que tuvieron. Con este panorama, lo normal es que los goles brillen por su ausencia y las dudas se instalen en los vestuarios de ambos conjuntos.
El choque prometía por parte de ambos equipos. En los locales estaba la necesidad de finiquitar la mala racha de resultados que acarreaba en las últimas fechas y los visitantes debían despejar las dudas que habían mostrado en citas anteriores pese a contar con grandes estrellas de talla mundial.
Tras el pitido inicial, los chicos de Pellegrini buscaron el balón con más acierto gracias a la presencia de Isco, que intentó repartir asistencias en los últimos metros sobre un Rondón que no tuvo su día y erró las pocas ocasiones que tuvo. Conforme pasaron los minutos, fue el Betis quien alentado por su afición y con una nueva perla de su cantera sobre el césped, el joven Pozuelo, inquietó a Caballero en varias ocasiones.
Al igual que el balón iba de un lado a otro, las ocasiones se encadenaron en ambas porterías. Primero fue Joaquín quien no pudo dar una trayectoria acertada al balón tras tocar ligeramente un centro de Duda desde la izquierda y después fue Rubén Castro quien mandó a las nubes un remate desde la zona de peligro tras un perfecto pase de de Pozuelo.
Los minutos pasaban y ni las ganas del Betis ni los millones invertidos por el Málaga eran capaces de cambiar el panorama. Sólo Pozuelo, el jugador con menos experiencia sobre el césped y Beñat, con algún pase en profundidad sobre el canterano, lograron hacer algo diferente al resto de futbolistas, ya que en los blanquiazules Toulalan apenas entró en juego, Duda se mostró desconocido en las jugadas a balón parado y Cazorla intervino en contadas ocasiones. Sólo Isco y Joaquín dieron la talla, aunque el ex del Betis estuvo demasiado individualista.
Con poco más que destacar se llegó a un descanso que poco cambió el partido. Tras la reanudación el Betis volvió a errar una buena ocasión tras una llegada de Rubén Castro a línea de fondo, el Málaga aumentó los síntomas mostrados en el primer acto, muchas estrellas pero poco orden y juego, y Ezequiel se unió a la fiesta de Pozuelo para demostrar que los béticos tienen un tesoro en su cantera.
En los pocos minutos que tuvo, el joven internacional sub 20 mostró el gran desparpajo que tiene cuando controla el balón. Su repertorio es ilimitado y cuenta con un preciso toque de balón, como se pudo ver en un perfecto centro que puso al segundo palo para que rematara Isidoro sin mucha fortuna.
Antes de que Ezequiel pisara el césped del Benito Villamarín, Rondón tuvo la opción de poner a los suyos por delante en el marcador con un remate de cabeza en el corazón del área, pero Casto se encargó de poner justicia evitando que el venezolano lograra aprovechar su titularidad.
Finalmente, en el derbi andaluz se pudo ver a dos equipos que necesitan seguir trabajando para lograr sus objetivos. El Betis está lejos de ser el equipo que maravilló con su juego y fue líder a principio de temporada y los de Pellegrini deben cambiar su imagen para luchar con los grandes de la Liga de las estrellas.
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